Divulgación Historia regional

Vainilla y corrosión

por Fernando Pérez Montesinos *

Hay libros que apenas se los termina de leer dan ganas de compartirlos y platicarlos. Me entero gratamente que A Pueblo Divided (Stanford: Stanford University Press, 2004), de Emilio Kourí, ha sido por fin traducido al español, acaba de ser editado por el Fondo de Cultura Económica en colaboración con El Colegio de México y hoy mismo será presentado en el Archivo General de la Nación.

Papanta a principios del siglo XIX, según Karl Nebel
Papanta a principios del siglo XIX, según Karl Nebel

El libro examina la historia de cómo el comercio internacional de vainilla, durante el último tercio del siglo XIX, ocasionó la más rápida y drástica transformación experimentada por los pueblos totonacas de Papantla, Veracruz, desde el siglo XVI. El consumo de chocolate en Europa y el crecimiento de la industria de los helados y la confitería en Estados Unidos hicieron de Papantla uno de los centros productores de vainilla más importantes del mundo. La vainilla trajo riqueza y prosperidad, pero también motivó las más cruentas disputas entre los miembros de los pueblos totonacas. Para 1900, la ecología y estructura social de Papantla habían sido notablemente modificadas y la propiedad comunal de la tierra había desaparecido por entero.

Aunque parezca sorprendente, el libro de Kourí es uno de los pocos estudios detallados que existen  acerca del proceso de división de tierras comunales pertenecientes a pueblos indígenas durante el porfiriato. De ahí, entre otras cosas, la importancia de su publicación en México. Aunque siempre fue reconocido como un tema nodal para explicar el surgimiento de la revolución mexicana, lo cierto es que el análisis concreto del avance de la propiedad privada a costa de las tierras de los pueblos fue durante mucho tiempo ampliamente ignorado por buena parte de los especialistas en el siglo XIX.

El fin de la propiedad comunal (o su extenso desmantelamiento) se convirtió en una verdad convencional que de tan evidente se daba por sentada. Sin embargo, aunque cosa aparentemente muy sabida, el reparto y división de tierras comunales fueron en realidad muy poco estudiados. A Pueblo Divided no sólo contribuyó en su momento a llenar este amplio vacío historiográfico. A nueve años de haber sido originalmente publicado, el libro sigue siendo quizá el estudio más completo y sugerente que existe sobre el tema.

Kourí, sin embargo, no partió enteramente de cero. Aunque pocos (y dispersos), algunos estudios sobre la partición de tierras comunales ya habían señalado algunas de las tesis que Kourí desarrolla con destreza en su libro. En 1980, Margarita Menegus (pionera en el tema) había ya argumentado que la expansión de actividades comerciales había sido mucho más determinante para el reparto de tierras comunales que la sola promulgación de la ley de desamortización de 1856. De hecho, Menegus y otros autores como Robert Knowlton también habían hecho énfasis en que el reparto se explicaba de mejor manera cuando se atendían a las leyes estatales y, sobre todo, a la política local tanto en el interior de los pueblos como entre los pueblos y sus competidores locales. Ambas tesis son sostenidas por Kourí para el caso de Papantla.

Igualmente importantes fueron las sugerencias hechas por Tulio Halperin Dongui y Friedrich Katz alrededor de 1985. Halperin Dongui indicó que muy probablemente las reformas liberales de la tierra en muchas áreas de América Latina no habían beneficiado exclusivamente a los grandes terratenientes y que la división de tierras indígenas no había sido un proceso mecánico y lineal en el que podían identificarse claramente a un solo grupo de “vencedores”. Katz, por su parte, sugirió la formación de una especie de clase media rural en el México del porfiriato, clase media que habría estado compuesta por un nutrido (aunque indeterminado) número de notables locales (prestamistas, comerciantes, rancheros, campesinos “prósperos”). Estos notables locales, Katz propuso, estuvieron tanto o más dispuestos que los hacendados a sacar ventaja personal de la partición de tierras comunales. Lo que Kourí encuentra en el caso de Papantla es que entre esos notables también estuvieron no pocos totonacas. Una vez desatada la fiebre por el comercio de la vainilla, el impulso por repartir las tierras comunales, Kourí concluye, también vino desde el interior de los pueblos.

El libro de Kourí no sólo recupera, amplía e integra en un solo texto varias de las tesis que ya existían sobre el tema. También propone nuevas formas de aproximarse al estudio de la división de tierras comunales. Para Kourí, la transformación de la propiedad y el uso de la tierra sólo puede explicarse si se toman en cuenta, simultáneamente, varios factores. No hubo causas únicas. Hay que examinar por igual la estructura interna de los pueblos, la composición y distribución geográfica de la población, las políticas fiscales de los gobiernos estatales, los mercados regional e internacional, así como el proceso de producción y hasta el cuadro botánico de los cultivos. Un pueblo dividido, título que lleva el libro en español, resultará sin duda de gran estímulo para muchos lectores dentro y fuera de la academia.

1 comments on “Vainilla y corrosión

  1. Gracias por la nota.
    Este producto historiográfico nos representa diversos acontecimientos en la historia económica de México; narra la privatización de la propiedad comunal en la región de Papantla debido a la comercialización de la vainilla. Cabe resaltar que es el primer documento que aborda la privatización de las tierras bajo el sistema “codueñazgo”, el cual permitió obtener amplias extensiones para el cultivo de la vainilla. En su conjunto constituye una amplia y profunda investigación, escrita no sólo para especialistas, sino también para los amantes de la historia de nuestro país.
    Los esperamos por la tarde.

    Me gusta

Deja un comentario