por Jorge Domínguez Luna *

El pasado 8 de marzo se publicó en la Gaceta Oficial del Distrito Federal un “acuerdo por el que se abroga el diverso que crea la coordinación de producción editorial y de la recuperación de la memoria histórica y cívica nacionales en la ciudad de México, Bi 100”, misma que fue creada mediante otro acuerdo de fecha 13 de enero de 2011, publicado el 14 de marzo del mismo año. La vida de la coordinación fue de apenas dos años.

La historia de esta coordinación se remonta a la creación de otra, la “coordinación para los festejos del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución”, en julio de 2007, cuyo objetivo queda evidenciado en su nombre y que debía cesar sus funciones el 31 de diciembre de 2010. Las cuentas entregadas las dejó a consideración de cada uno.

Cuatro años parecerían suficientes para programar, coordinar y entregar resultados de las conmemoraciones de ambas revoluciones. Empero, alguien creyó necesario que “los esfuerzos y recursos aplicados por el gobierno del Distrito Federal a través de la coordinación para los festejos del bicentenario de la independencia y del centenario de la revolución, en la ciudad de México siguieran incidiendo favorablemente a la sociedad del Distrito Federal” y, por ello, creó la recién abrogada coordinación. Es decir —según lo entiendo—, los resultados entregados por la primera coordinación fueron tan buenos que resultaba lógico prolongar los beneficios para los habitantes de la capital.

El vicente-nario en la ciudad de México. (Foto: Notimex.)
El vicente-nario en la ciudad de México. (Foto: Notimex.)

Mi intención no es objetar la pertinencia de que el estado o cualquiera de sus derivaciones (en este caso el Fideicomiso del Centro Histórico) inviertan recursos en la producción historiográfica en cualquier presentación. Al contrario, me parecería justo y necesario que lo hicieran. Mi preocupación gira en torno de lo producido por estos organismos y, sobre todo, a su difusión.

Las actividades con motivo de los festejos de la independencia y la revolución ya han sido comentados en este espacio. Por ello, cuando encontré la publicación de la Gaceta Oficial me alarmé por tres razones: la primera, fue la abrogación de la coordinación en sí; la segunda, mi desconocimiento de su existencia y, por último, el hecho de que, en tanto desconocida su existencia, su trabajo lo es aún más. Antes de publicar este texto, comenté el tema con cuatro colaboradores de este espacio y una amiga que se resiste a serlo, y ninguno tenía conocimiento de la existencia de esta oficina.

Ahora bien, la autoridad encargada de administrar lo que pertenecía a la coordinación recién abrogada será el Fideicomiso del Centro Histórico, autoridad encabezada por una historiadora, Alejandra Moreno Toscano. No sería mala idea que informará sobre los logros de la desaparecida área. Hasta ahora lo único que encontré fue un canal de Youtube llamado “Bi100 Editorial”, que presenta videos hechos entre 2007 y 2010. Así, sigue siendo un misterio para mí el trabajo realizado por un oficina encargada, entre otras cosas, de la recuperación de la memoria histórica y cívica en esta ciudad.

Finalmente, sería interesante saber si esto representa el final definitivo de los festejos con motivo del bicentenario  de la independencia y el centenario de la revolución. Ojalá alguien pudiera iluminarme al respecto.

1 comments on “Festejos extinguidos

  1. Interesantísimo texto. Dejo dos links que llevan a documentos referentes a la relación del Fideicomiso con la Coordinación que encontré en la red (creo, además que la historiadora Alejandra Moreno Toscano no es, ni fue, la directora del Fideicomiso):
    1) http://www.transparencia.df.gob.mx/work/sites/vut/resources/LocalContent/1123/6/Tepito03052011.pdf
    2) http://www.transparencia.df.gob.mx/work/sites/vut/resources/LocalContent/1123/6/Tepito03052011.pdf

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