por Alejandro Herrera Dublán *
El miércoles 16 de enero de este año, una nota de El Universal informaba: ”Al frente del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, designó a la historiadora Patricia Galeana en sustitución de José Manuel Villalpando”.
Emilio Chuayfett fue secretario de Gobernación durante la administración de Ernesto Zedillo. Era el responsable de la política interior de nuestro país cuando, el 22 de diciembre de 1997, grupos paramilitares afines al PRI asesinaron a 45 indígenas de la comunidad de Acteal, Chiapas. El ahora responsable de la SEP renunció al cargo días después de la matanza. Su imagen pública, tan cara a los políticos de su calaña, pareció entonces haber recibido un golpe mortal.

Varios de los autores materiales de la matanza de Acteal comenzaron recientemente a salir de la cárcel a raíz de una ”investigación” del Centro de Investigación y Docencia Económica (véase aquí un documento del Centro Fray Bartolomé de las Casas al respecto). Una demanda poco clara relacionada con aquel crimen y radicada en tribunales estadounidenses hizo pasar, hace poco, un mal rato a Zedillo. El ahora directivo de Procter and Gamble y Citigroup logró que el gobierno de Calderón alegara en su favor Ia inmunidad diplomática que le evitaría ser sometido a juicio. El doctor Zedillo, a su vez, fue secretario de Educación de Carlos Salinas en el periodo en que se implementó la reforma educativa de 1993, punta de lanza del modelo educativo vigente.
Durante la presentación del coloquio ”El sitio de Puebla en 1863”, Patricia Galeana expresó algunas opiniones acerca de la enseñanza de la historia que fueron difundidas por diversos medios de comunicación. La Crónica, por ejemplo registró que, frente al hecho de que el índice reprobatorio en preparatoria es casi igual en matemáticas que en historia, la doctora en estudios latinoamericanos “atribuyó este fenómeno nuevo a un fallo de los maestros. Los jóvenes alegan que [la historia] son una bola de nombres y de fechas que no están vinculados con nuestro presente. Esto es muy grave porque los maestros no logran, tal vez, enseñar, con la suficiente didáctica, la vinculación que hay de este pasado con el tiempo presente.”
El efecto del ”fallo de los maestros”, de acuerdo con la nota correspondiente del diario La Jornada es que ”las nuevas generaciones de mexicanos no conocen sus orígenes ’y eso les quita la posibilidad de entender el país en el que viven, de comprometerse con los problemas que puede enfrentar; les quita identidad’ ”. La misma fuente consignó que “con la finalidad de reducir ese índice, el INEHRM trabaja con las instituciones adecuadas, como la Secretaría de Educación Pública, para organizar cursos de actualización para los maestros”. La historiadora abundó: “Queremos colaborar con material didáctico, por ejemplo, el video de la conferencia sobre Álvaro Obregón que el jueves 16, a las 18 horas, impartirá Álvaro Matute.”
Matute, a quien Enrique Krauze —historiador vinculado estrechamente con Televisa— llenó de elogios durante el homenaje que el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM le brindó por sus 70 años de vida, ha fijado su postura ante “el desconocimiento de los mexicanos en materia histórica” en los siguientes términos: “[los historiadores] sabemos que escribimos sólo para un sector de la sociedad pero a nuestro favor la historia se enseña, y así nuestra contribución llega al alumno general de los diferentes niveles escolares; y también está presente de manera mediática”.
Además de considerar que con conferencias como las de Matute se ayudará a revertir el alto índice reprobatorio en historia, la directora del INEHRM recordó la polémica medida de las administraciones panistas que llevó a la supresión de la enseñanza de la historia en el primer año de secundaria, considerándola como “muy grave[,] porque en ese grado se enseñaba historia de los antiguos mexicanos, y siendo nuestro país un país pluriétnico y pluricultural, no es posible que nuestros jóvenes valoren a las comunidades indígenas si no se les enseña la historia de la cultura náhuatl, de la civilización maya”. Sin revelar sus fuentes ni profundizar como sería deseable, Galeana deslizó: “esto ya se va a cambiar, tengo entendido, sé que se está trabajando en ello porque evidentemente no dio buenos resultados”.
Las buenas conciencias habrán de estar tranquilas. Podemos deducir que el secretario Chuayfett, quien en entrevista con Carmen Aristegui dijo que la matanza de Acteal “es una herida indeleble” y que “lamentaría toda la vida que en su gestión hubiera ocurrido esa masacre”, seguramente tendrá algo que ver en el retorno de la enseñanza de la historia para primer grado de secundaria. Podremos volver a valorar a las comunidades indígenas; digamos, por ejemplo, a la civilización maya. Todo es cosa de que los maestros aceptemos nuestras culpas y atendamos a los que, como decía el lema de campaña de Zedillo “sí saben cómo hacerlo”.
Hay historiadores orgánicos, como reseña la nota, que atribuyen la ausencia de la enseñanza de la historia a la preparación de los profesores. Esta misma historiadora no hace mucho proponía una refundación de la república, claro, estaban los panistas en el poder. Pero ahora, como le dieron su hueso, ha variado de posición sin ver que continúan los mismos males estructurales, como ella decía. Pero concedamos el derecho a la duda y veamos qué logra, tal vez pueda refundar la enseñanza de la historia y todos logremos, gracias a sus esfuerzos, la conciencia necesaria para refundar al país.
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Como docente de secundaria me pregunto si esta conferencia puede considerarse como un recurso didáctico que interese a los adolescentes y puedan aprender de él.
Un saludo
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Memorística, anecdotaria, centrada en individuos, política, militar y hecha por hombres. Esta es la idea de la historia que muestra Matute a través de su conferencia.
El «papel del docente» según el Programa de Estudios de Historia 2011 consiste, entre otras cosas en: «Privilegiar el análisis y la comprensión histórica, omitiendo la exposición exclusiva del docente, el dictado, la copia de textos y la memorización pasiva. Es necesario despertar el interés de los alumnos mediante situaciones estimulantes que les genere empatía por la vida cotidiana de los hombres y mujeres del pasado».
Nada de esto cumple el autor de libros de historia para secundaria de la editorial SM.
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Qué fácil para Patricia Galeana «hecharle la bolita» a los profesores del pésimo estado en que actualmente se encuentra la enseñanza de la historia. ¿Quiénes son los culpables de que dicha asignatura «solo sea una bola de nombres y de fechas que no están vinculados con el presente»? ¿y realmente les preocupará que con la guía de un comprometido profesor de historia, los muchachos comprendan la vinculación que hay del pasado con el tiempo presente ? A título personal no creo, porque entonces estarían formando a los futuros revolucionarios que impedirían que gente con las mismas «cualidades» de Díaz Ordaz, Zedillo, Elba Esther Gordillo, Chuayfett, Peña Nieto y otros tantos, lleguen al poder y tengan a nuestro país en el deplorable estado en el que se encuentra.
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Como estudiante me parece una verdadera contradicción que señalen a los maestros por su incapacidad para vincular el pasado con el presente a sus alumnos cuando en sus exámenes Enlace y de admisión a bachillerato la única forma de aprobar la sección de historia sea conociendo de memoria las fechas y nombres de personas
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La inmunidad a Zedillo ahora es plena: http://www.animalpolitico.com/2013/05/zedillo/#axzz2UVFf01eN
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http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2013/08/07/12518719-reicorporara-sep-contenidos-de-historia-para-secundaria-galeana
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