por Rubén Amador Zamora *
“¿Qué puede decirnos la historia de la sociedad contemporánea?” es el título de una conferencia que pronunció el recientemente fallecido Eric Hobsbwam y que podemos leer en su libro Sobre la historia (Barcelona: Crítica, 1998). Podemos parafrasear el título del historiador inglés y preguntarnos “¿qué puede decirnos un historiador de la sociedad contemporánea?” Con la muerte de Hugo Chávez, el flujo de la información fue verdaderamente asombroso. Politólogos, periodistas, políticos, especialistas de esto y de aquello… y también historiadores.
El día que murió Chávez, la cadena de noticias CNN entrevistó al historiador Enrique Krauze. La entrevista puede verse aquí. Es conocida la posición política de Krauze ante el gobierno del venezolano y no debe llamar a sorpresa que manifieste su oposición al régimen.

Sin embargo, la entrevista es interesante porque la profesión del historiador está presente. La función del historiador es explicar el pasado pero, sin duda, una visión del presente con perspectiva histórica ayuda a comprender un poco mejor el mundo en que vivimos, a las personas que viven con nosotros.
Es importante que consideremos que la entrevista se hizo el mismo día en que murió Chávez y que es sumamente breve. No obstante, las respuestas de Krauze son suficientes para darnos una idea de dónde pone énfasis un historiador: en la comprensión de los procesos y en la vida de un individuo de relevancia pública.
Tener una mayor comprensión sobre el pasado siempre es fascinante. Y Krauze parece sentirse atraído por esa fascinación cuando explica a Chávez y a los venezolanos en el marco de un devenir histórico.
Con esto no quiero decir que Krauze comprenda en su totalidad el chavismo y por eso “debe” en su posición política frente a Chávez. Creo que, y ésta es la intención de este texto, vemos con Krauze la opinión de un historiador, que no es la de un politólogo, sociólogo, antropólogo u otro especialista de las ciencias sociales.
Un historiador es un especialista en la comprensión del pasado y, con esa capacidad ejercitada desde su profesión, puede ayudarnos a comprender mejor el presente. Su opinión, aún con las influencias ideológicas de todo sujeto que vive la realidad actual, es una opinión desde cierta distancia, con cierta perspectiva. Y eso, quizás, es lo que un historiador, entre otras cosas, puede aportar a la comprensión del presente.
¿Y sobre el futuro? En la entrevista Krauze deja la vestimenta del historiador y manifiesta sus posturas políticas. Cuando se habla del futuro, el historiador se hace a un lado para dar voz al animal político. Pero esa es otra historia. Krauze explica y comprende, a su manera, el pasado y el presente. Pero su visión sobre el futuro es personal, ya no profesional.
Tuve la oportunidad de ver esta entrevista en su momento. Y pensé que después de haber leído varios de los artículos sobre Chávez que aparecieron en «Letras Libres» de Krauze, por primera vez matizaba sus apreciaciones. Supongo que ante el alud de reconcimientos planetarios al ilustre sudamericano no le quedó otra alternativa.
Al menos en esta ocasión Enrique le otorga a Chávez un lugar y me parece que su análisis es somero y superficial ya que no contextualiza a nivel latinoamericano puesto que Hugo Chávez se inserta, aunque tempranamente, en el ascenso de una corriente de izquierda en los gobiernos respondiendo a lustros de dominación oligárquica y extranjera.
Y aunque parece ser equilibrado, no deja de aludir negativamente a Fidel Castro quien ha tenido claroscuros pero que no se le puede juzgar impunemente de un solo lado.
Veremos su discurso cuando fallezca Fidel y también veremos las reacciones del orbe. Entonces hará lo mismo que en la entrevista con CNN.
Saludos
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