Bitácora

A Luis Fernando, en su cumpleaños

Halina Gutiérrez Mariscal

Este 12 de septiembre tendrías que haber cumplido cincuenta y tres años, pero “la muerte enamorada”, “la vida desatenta” no dejó que así ocurriese. Han tenido que pasar dos meses para que pueda sentarme a escribirte algo sin esa enorme rabia persistente por lo inexplicable de una vida terminada prematuramente. Creo que hoy ya soy capaz de simplemente agradecer tu existencia, por mí, y por todas aquellas personas que hiciste florecer.

Hace nueve años, mientras mi mundo personal era una pira, y el país estaba en medio de las campañas electorales del 2012, te escuché por primera vez, en aquella reunión en la Facultad de Filosofía y Letras a la que Pedro me invitó, y a la que por alguna extrañísima razón decidí asistir, pese a mis pocas ganas de salir de casa. No sé si habrá sido el momento de orfandad absoluta de un proyecto personal, o el profundo convencimiento de que se trataba de una causa legítima y posible, o un poco de ambas cosas, que me subí a aquel barco en el que tú ya estabas trepado con varios otros, y varios más que se sumaron, y en el que que compartimos ideas y trabajo desde aquel día y hasta que te fuiste

Nunca tuve la fortuna de estar en una de tus clases y, sin embargo, con cada sesión de seminario, con cada consejo editorial, con cada cosa que hicimos en colectivo, fuiste mi maestro para algunas de las lecciones más valiosas de la profesión y de la vida. Lo mismo pasamos noches completas en vela enfiestados, con los amigos, que trabajando incansablemente en proyectos que podían aportar un granito de paz y de verdad a este país.

Siempre fuiste un lector atento, dispuesto y cuidadoso de textos y proyectos que tus agudos ojos aclaraban y mejoraban invariablemente. Fuiste un oído atento y un atinado consejo cuando la claridad no era suficiente para dar un paso atrás o adelante en cada sendero de lo profesional y lo privado. Fuiste siempre un generoso anfitrión y un desprendido amigo. Cuando nuestros precarios bolsillos de estudiantes no alcanzaban para la cuenta por pagar… fuiste pródigo y generoso sin alarde.

Cuando intento describirte en una frase, sólo puedo pensar en que fuiste un hombre íntegro y coherente entre tus ideas y tus actos. Más de una ocasión te vi callar con amable elegancia argumentativa a petulantes doctores que defendían lo que te parecía indefendible o que callaban a las voces más jóvenes y menos experimentadas. Fui testigo del valor con que defendiste la integridad académica, aún ante personas e instituciones poderosas. Nunca bajó tu voz el tono cuando algo debía decirse, pero pocos se atrevían. Fui testigo de cómo abandonaste lugares y proyectos que ya no eran para ti, porque faltaban a las ideas que siempre defendiste. Te vi defender a los más vulnerables, de aquellos poderosos corruptos que buscaron usar su influencia para tapar verdades inocultables.

Creo que, quienes te hemos querido, aún no conseguimos dimensionar la falta enorme que harás en nuestros espacios cotidianos. No podemos sino mantener viva tu voz, a través de tus textos, de tus ideas, de lo que dejaste hecho, esperando que algún día lo justo y lo verdadero prevaleciese. Tu huella es enorme… no la llenará nadie, pero la haremos profunda, y seguiremos buscando hacer de este oficio uno que no busca el beneficio personal, sino la lucidez colectiva. Hoy siento que esta publicación que sostuviste con trabajo intenso todos estos años, y en la que a veces nuestro trabajo colectivo ayudaba en algo, no puede seguir viva sin ti, y sin embargo me pesa que termine, porque juntos la fundamos, porque hace apenas un año, estábamos intentando darle vida de nuevo. Gracias por tanto querido Luis Fernando, agudo historiador, amado amigo y confiable camarada. Te mantendremos vivo, porque no te olvidamos nunca, pero menos hoy, en tu cumpleaños.

1 comments on “A Luis Fernando, en su cumpleaños

  1. Guadalupe Tolosa

    Me uno a tu voz y a tu hermoso sentimiento, Halina; Luis Fernando fue un hombre excepcional, que está tatuado en mi corazón por siempre. Vaya un abrazo enorme para él en su primer no cumpleaños.

    Me gusta

Deja un comentario