por Renata Schneider *
El 8 de julio, Sergio Raúl Arroyo fue destituido de la dirección general del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Los diarios hablan de “diferencias institucionales”. Dentro del INAH se cree básicamente que lo corrieron por hacer su trabajo: el trabajo que se supone que debe hacer el instituto.
El patrimonio cultural mexicano sirve hoy para el turismo o se sacrifica por él. En Puebla, el teleférico del gobernador, de tan bonito, necesitó la demolición de arquitectura patrimonial. En Chichén Itzá, la construcción de un museo del cacao en medio de una plaza de la zona arqueológica parece que atraerá más gente de la que ya tiene y que, dicho sea de paso, supera con creces su capacidad de carga (y de comercio informal). Las mineras de Morelos andan también queriendo destruir patrimonio. Estas son las acciones a las que se opuso Arroyo en los pasados seis, siete meses y que —se dice— causaron su renuncia obligada.

Más allá de la destitución de Arroyo, y de la probable salida de Bolfy Cottom, su secretario técnico (conocido por ser uno de los investigadores del INAH más comprometidos, académica y prácticamente, en la defensa y legislación del patrimonio cultural mexicano), deberíamos preocuparnos por la viabilidad del instituto mismo.
Los arqueólogos, restauradores, arquitectos, historiadores, antropólogos, etnólogos, museógrafos, químicos, lingüistas, antropólogos físicos y demás que trabajamos en el INAH recibimos un salario que proviene de los impuestos federales. El estado nos alienta a profesionalizarnos. Se nos pagan maestrías, doctorados, especializaciones. Se crean consejos académicos. Se firman tratados, cartas, convenios y documentos internacionales con contenidos éticos y técnicos muy específicos. Sin embargo, cada dictamen, restauración, exposición, investigación o publicación está sujeta cada vez más a intereses políticos y económicos. Estos últimos parecen querer decidir las acciones básicas de la institución, cuando no simples caprichos estéticos. Esto no es nuevo, por supuesto: siempre lo decidieron. Pero los alcances de la destrucción y banalización del patrimonio son cada vez más profundos y más irreversibles. Y la creación de candados para evitarlo es cada día más mediática pero también más ineficiente.
Durante el gobierno de Felipe Calderón, los profesionistas del INAH se convirtieron en una molestia. A veces por vías sindicales, a veces como cuerpos colegiados. Somos incómodos, pero aun así nos pagan cada quince días y nos invitan a ceremonias donde nos regalan medallitas. El ruido es sordo: tomen su medallita. Se abren plazas: el país los necesita.
Esto no es exclusivo del INAH; pasa también en las instituciones relacionadas con la ecología. Es común a los organismos creados para proteger cualquier recurso, natural o cultural. La pregunta obligada en estos casos es para qué tener estos organismos: gastan recursos, están llenos de gente que pide prestaciones, sirven exactamente para lo contrario de lo que animó su creación.
Algo hemos hecho mal, puesto que no hemos podido traducir razones legítimas en descontentos generalizados. El INAH es reconocido de muchos modos, nacional e internacionalmente, por la investigación arqueológica, histórica, antropológica y de conservación que realiza en cada rincón del país y que posibilita que entendamos y disfrutemos un poco más nuestro presente. El instituto es la concreción de una serie de ideales que resultan fundamentales tanto para la fundación del país como para su futuro: el puro hecho de salvaguardar casi en exclusiva la herencia cultural de un país lo hace irremplazable.
El despido de Arroyo y el reconocimiento de que obedece a “diferencias institucionales”, es decir, a las profundas contradicciones que hay hoy entre la forma en que el gobierno quiere tratar al patrimonio y la forma en que el estado debería hacerlo, nos obliga a reinventarnos de modo que los reclamos que hacemos, y las agresiones al patrimonio cultural que intentamos detener, sean vistos como una responsabilidad social y no como el trabajo de unos cuantos burócratas cansados.
Escandalizarse otra vez no soluciona nada y sí empobrece el ánimo. Un observatorio de historia como éste debe poder, al menos, permitirnos hablar de los problemas que aquejan a nuestro patrimonio no sólo desde el escándalo y el reclamo, sino ayudarnos a construir herramientas de monitoreo eficaces, y a pensar estrategias civiles y mediáticas que posibiliten socializar los problemas institucionales con el resto de los mexicanos.
Unos abrazados de piedras y otros orinándose en ellas. El pasado como capital político.
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Decepciones que confirman lo usual en nuestro país: la ambición y la mediocridad por encima de la dignidad y la responsabilidad. Es muy triste. Abrazos solidarios a Sergio Raúl!
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Con este suceso se reitera que la cultura no interesa per se, sino que se vuelve botín político y económico para los oportunistas, dejando de lado la investigación científica en pro de la sociedad.
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Un atropello más de los pinches políticos que tanto dañan al país. Ánimo Bolfy, ya vendrán tiempos mejores.
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Que sigue? Resplandor Teotihuacano, zona hotelera Teotihuacana, mega proyectos como el sexenio de Salinas. Institutos estatales de antropologia con directores vendidos y finalmente matar al INAH.
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No se que decir, es pan con lo mismo en todo el país, todas las instituciones están igual. Es muy importante la libertad de expresión, pero se ha vuelto una desilusión también. En la medida en la que grandes sectores de la población sólo piensan en ganar lana y más lana, defender el patrimonio ha pasado a un ultimo lugar.
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Lamento la destitución de Arroyo, quien al parecer estaba dando pasos en firme para reivindicar a nuestro Instituto. tenemos derecho a que se nos explique el por qué de estos movimientos, debemos exigirlo. La designación de Teresa Franco desalienta a cualquiera. Con ella en el cargo, muchos tememos una nueva época oscura para el INAH.
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Reblogueó esto en HEART OF EARTH®y comentado:
Las palabras se agolpan en mis dedos pero ninguna puede realmente expresar mi sentir sobre atrocidad, pues cuando llega alguien que realmente defiende y respeta es relegado por darle paso al corrupto mundo de lo que sigue…
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En México se tiene una gran riqueza cultural, desgraciadamente se hace una gran omision a ella. La cultura en México, francamente no interesa al gobierno y eso pasa por que la sociedad francamente no tiene interes en la misma.
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Un artículo partidista, escrito por alguien cercano a Arroyo. Lo que yo vi fue muy distinto, porque vi a un individuo majadero y prepotente que se creyó dueño del INAH en cuanto entró y que hizo los movimientos más absurdos al frente de las instituciones a su cargo, sin tacto ni consideración para con quienes ahí trabajan. Desde mi punto de vista, lo mejor que le pudo pasar al INAH fue deshacerse de este señor.
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Alguno de uds. ha presenciado la «robadera» de materiales, mano de obra, transporte, y uso personal de recursos en las obras de «restauracion» que ha hecho el gobierno? Sea para proteccion o demolicion, siempre hay oportunistas enriqueciendose a costillas de las obras de gobierno. . . . olvidense de todo. Los que perdemos siempre somos los que no estamos dentro del juego 😉
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asi es …….a lo largo de muchos años en campeche han destruido un recinto amurallado que fue construido para protejer la cuidad hace ya muchos años en la epoca en que los piratas saqueaban campeche¡¡¡ (ahora son algunos de los que administran los dineros del pueblo los que lo saquean) cada vez que entra un nuevo gobernante del pri quitan ponen mueven …. la cosa es mover recurso para quedarse con la mayor parte¡¡¡¡
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Patrimonio vs. turismo. Sin duda una problemática en todos los países. Escribo desde Guatemala y no tenemos realidades diferentes. Más cuando las autoridades que intervienen el patrimonio muchas veces son las encargadas de un turismo irresponsable o son alcaldes, diputados, gobernadores, etc. Mientras la clase política no se instruya en cuanto que un turismo debe ser consciente en lugar de convertirse en una amenaza y en cuanto se den cuenta que el patrimonio es una fuente de bienestar colectivo no lo cuidarán y tendremos que seguir escuchando noticias como destituciones o demoliciones. ¡Aquí y en China! Sin embargo, aún hay esperanza. Sigamos trabajando cada quien desde donde pueda para revertir esto.
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Me toco gestionar la creación de una nueva delegacion sindical dentro del INAH quien por 25 años nunca se había creado y Raul Arroyo utilizó a la Delegación de Técnicos para obstruir el trabajo de la nueva Delegación de Profesionistas del Patrimonio Cultural Edificado avalando una Comisión espuria de Evaluación del gremio que aún existe en la DIII24. Para él no existen los centros INAH del interior de la República porque jamás en su gestión visitó a los mas pequeños como norma establecida de que un pequeño engrane engrandece una gran maquinaria cultural del País. En los hechos siempre se vió resplandecido en el glamour que tanto criticó.
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Entonces, Alfonso, ¿estás de acuerdo en el regreso de ese oscuro personaje, no obstante lo que ello significa?
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A diario egresan personal profesional con el perfil del profesiograma del INAH de todas las instituciones del País como para seguir utilizando cartuchos quemados como si no existieron mejores profesionistas que le den mejor rumbo al INAH, necesitamos gente fresca con nuevos horizontes y brios para que llege a buen puerto la cultura en el País.
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Estoy de acuerdo con ello. Pero, en concreto, no defines una postura clara respecto al regreso de la Franco.
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Franco fue directora, y Sergio Arroyo su Secretario Técnico, su brazo derecho.. que viene siendo lo mismo en políticas públicas, así que ninguno de los dos, ni Franco ni Arroyo
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Estoy de acuerdo en lo que planteas sobre la problemática del INAH pero eso de que ¿Arroyo cumplía con su trabajo?, ¿y Wal-Mart de Teotihuacán y toda la corrupción a su alrededor? Siempre se presenta como «víctima» de los intereses obscuros pero deberías revisar muy bien todo lo que él avaló y apoyó mientras fue secretario técnico.
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¿Arroyo el combativo por el patrimonio cultural? ¿Qué no autorizó el W Martde Teotihuacán ? Quién sabe en qué grilla andaba metido en contra de Tovar y de Teresa. No hay que creer que Arroyo es un héroe, es grillo.
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Absolutamente de acuerdo; siempre quiere tapar su corrupción mostrándose como héroe y víctima de los intereses obscuros. Durante la gestión de Fox no renunció por defender el patrimonio, renunció porque se enteró de que Sari Bermúdez lo iba a echar por lo del Wal-Mart. Ahora lo echan porque no pueden tapar más sus actos de corrupción y se vuelve a mostrar como mártir.
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Es increíble la manera de destruir lo que debería ser conservado a costa de lo que sea… ¿No han leído? ¿Nunca han ido a Europa?
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Lo que no entiendo es que tiene que ver Felipe Calderon aqui, ya paso, ya se fue, es ahorita y es hoy y ustedes mencionan los ultimos sseis o siete mesea entonces digan con todas sus letras: ¡Enrique Peña Nieto, actual presidente de México!
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¿Hacía su trabajo? Ay que bien, ¿por qué no canceló el Museo del Cacao antes? ya tenía 7 meses de director. Igualititito le pasó con el Wal Mart de Teotihuacán. Lee todo lo que aconteció alrededor de este hecho. Entérate quien estuvo encarcelado durante años por protestar en contra de esto y murió de cáncer tras los barrotes siendo un adulto mayor. Checa todos los tristes eventos que a Arroyo no le interesaron en lo absoluto.
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Si, tienes razón Renata, mucho trabajo: http://www.nytimes.com/2012/12/18/business/walmart-bribes-teotihuacan.html?pagewanted=all&_r=0
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Estoy de acuerdo con el choque de intereses entre iniciativa privada y protección de patrimonio cultural, pero, por favor, no pongas a un corrupto como defensor del patrimonio. Checa esto que ya mencionó alguien: http://www.nytimes.com/2012/12/18/business/walmart-bribes-teotihuacan.html?pagewanted=all&_r=0
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Les anexo este link
Les anexo este link, revísenlo, es un buen reportaje.
http://aristeguinoticias.com/1007/mexico/marca-a-arroyo-ex-director-del-inah-permiso-a-walmart-en-teotihuacan/
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Aunque el permiso fue firmado por la entonces directora del Centro INAH Edomex, la Lic. Maribel Miró, dicha aprobación forzosamente tuvo que pasar por instancias superiores del INAH finalmente, el último responsable, era el entonces director general Sergio Arroyo. El link que envié detalla absolutamente el proceso que se vivió al respecto. Sin embargo, me pregunto ¿por qué a los mexicanos nos encantan los mártires? ¿por qué esa necesidad psicológica y emocional de crearlos?
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Lo detalla, pero no integra las pruebas documentales, o quizá no hallé el link.
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Lamentablemente, aquéllos que trabajamos a favor de la defensa del patrimonio cultural muchas veces desconocemos o menospreciamos el daño colateral que nuestras acciones producen en la sociedad. Si olvidamos a la sociedad entonces ¿para quién trabajamos? Para aquellos que lamentan la salida del INAH de «San Sergio Arroyo», conozcan uno de los tantos lamentables hechos acontecidos en torno al caso Wal-Mart de Teotihuacan, todo esto independiente de la forma en que los intereses económicos están rebasando los de protección del patrimonio cultural y de la problemática que vivimos al interior del INAH. En lugar de crear mártires y fomentar la devoción por ellos, empecemos a buscar soluciones…
http://www.narconews.com/Issue65/articulo4117.html#.UeAnij2job8.facebook
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Sin pasado ponemos en peligro nuestro futuro, el pasado es identitario, nos enrraiza y nos distingue ante la globalización,
nos hace únicos, necesarios e imprescindibles. ¿Es tan dificíl de comprender?
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Que mal!!! Como se puede ayudar a detener esto?
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