Enseñanza Lenguajes

Sobre la necesidad formativa en historia

por Marisa Hernández Ríos *

Desde otro extremo del mundo, hasta la vieja y desgastada “piel de toro”, me llegan, gracias a estas tecnologías que inmediatizan la información, las aportaciones de un grupo de concienciados historiadores mexicanos que en su afán por poner las cosas en el lugar que les corresponden tomaron la decisión de crear un Observatorio de Historia. Felicidades por la iniciativa, y más en estos momentos en que no todo parece estar en su sitio. Leo con interés muchos de los artículos acá vertidos y siento que el posicionamiento debería ser unánime en cuanto a varios de los aspectos que deben preocupar al mundo de la formación académica, desde los niveles más básicos al superior universitario.

Hemos caído en la trampa de la frivolización, del juego, del manejo político, de la vulgarización mediática. La superficie es suficiente y cada día los planes de estudios que se ponen en marcha muestran desidia hacia determinadas disciplinas que son esenciales y fundamentales en la formación de hombres y mujeres que conforman un presente, que mañana ya será pasado, pero cuyas acciones van a ser fundamentales en la conformación del futuro. ¿Y qué es si no la historia como materia que estudia, investiga y debe hacer reflexionar sobre los hechos y repercusiones de ese pasado en el presente y su impacto y proyección en el futuro? Pareciera que la sucesión de cronologías, datos acumulados como listín telefónico y memorización que, en países como España, fueron la base de una metodología asociada a otros tiempos no deseables, hoy pretende ser superada por las nuevas metodologías que parten de muy aparatosas premisas legislativas, pero que hacen aguas a la hora de su proyección real.

Simplificación del conocimiento
Simplificación del conocimiento

Ustedes muestran en muchas de sus intervenciones una preocupación por esa manera acrítica y engañosa de transmitir, de presentar, de divulgar la historia de su gran y diverso México; muchas veces por personas que van de intelectuales y lo que hacen es manipular sus realidades para enriquecerse con historias manipuladas o inventadas fácilmente vendibles, o por instituciones o empresas que hacen el juego político y siguen la dinámica de ocultos intereses mediáticos. Esa misma preocupación se produce en entornos de colegas historiadores en mi país.

Y por ello sí que es necesario que desde los niveles básicos se entienda como fundamental la formación de los profesionales que transmitirán desde sus aulas los contenidos históricos a su alumnado. Habría que regresar al planteamiento y cuestionamiento de qué es más importante en la formación de los mismos: si las metodologías didácticas que protagonizan los planteamientos de los nuevos planes de estudio de graduados universitarios como maestros de educación primaria, o la revisión de los contenidos que los maestros en formación adquieren. Sería muy triste hacer un estudio de cuáles son esos contenidos que se transmiten y del interés que en el contexto general adquieren materias pertenecientes al ámbito de las ciencias sociales, como historia, patrimonio cultural o geografía, por centrarme en las disciplinas básicas y esenciales en la formación de estos futuros profesionales.

Con seis o nueve créditos, en los casos más afortunados, a repartir entre todas las materias; con un alumnado procedente de diferentes itinerarios, los conocimientos históricos brillan por su ausencia. Pero aún más lamentable es cómo estos futuros profesionales llegarán a impartir en sus aulas los contenidos históricos, si es que lo hacen, por no hablar de si tendrán como uno de sus objetivos de enseñanza el hacer reflexionar a sus alumnos con un sentido crítico sobre lo que originaron tales o cuales hechos, sus consecuencias, sus aportaciones o su proyección en nuestra historia presente.

Son muchas las cuestiones a pensar, a criticar; pero entre todos hemos de tener esa intención por intentar buscar las fórmulas mejores de formación para no caer en una frivolidad que haga de nuestros niños de ahora jóvenes desinformados y manipulados, al tiempo por las decisiones de políticos irresponsables y conducidos por intereses partidistas y muy lejanos de lo deseable. El equilibrio entre metodología didáctica y contenidos disciplinares sería lo deseable; otra cosa es la realidad. Pero también la realidad es la posición de la historia en el ranking de interés de la nueva sociedad global que asiste impasible a las manejos mediáticos por poderes que escapan no de nuestro conocimiento, sino de nuestro control. Hay mucho que debatir y muchas brechas abiertas sobre las que reflexionar. Por ello, gracias por la creación de este espacio, necesario como plataforma del ejercicio de unas libertades muchas veces inciertas en este mundo complejo en que vivimos o, mejor dicho, en el que sobrevivimos.

2 comments on “Sobre la necesidad formativa en historia

  1. Muy agradecidos por sus observaciones, nos ha dado una mirada importantísima para seguir trabajando. Ojalá no sea la última vez que nos escriba, nos hacen mucha falta personas como usted. Gracias

    Me gusta

  2. Guadalupe Tolosa

    El paralelismo existente entre España y México en el controvertido tema de la formación académica de profesionales en ciencias sociales, como futuros transmisores del conocimiento, propicia ampliar el horizonte de la reflexión conjunta de los planes de estudio desde la educación básica hasta la universitaria; por ello, es de agradecer su postura crítica reflejada en sus atinadas observaciones sobre el necesario equilibrio que debe existir entre la metodología didáctica y los contenidos disciplinares.

    Con su colaboración en este diario electrónico El Presente del Pasado, Observatorio de Historia, se evidencia, por un lado, la posibilidad de conjuntar esfuerzos desde otras latitudes con el fin de ubicar la enseñanza de la Historia en el sitio que le corresponde y, por otro, la manifiesta trascendencia del uso de medios web interactivos en la construcción de paradigmas que tienen la intención de concientizar por medio del análisis y la reflexión crítica el conocimiento histórico.

    Me gusta

Deja un comentario