por Alejandro Herrera Dublán *
Hay una canción de Metallica titulada Eye of the Beholder, que se traduce como “El ojo del observador” y da pie para esbozar el modo en que este observador ojea la historia.
La historia la hacemos todos por el sólo hecho de existir. Por eso pienso que asumirla como indagación es una reducción conceptual. Este principio de observación puede explicar por qué es posible que los que “no saben historia” —¿la mayoría de la población?— están haciendo la historia que consignarán las fuentes del futuro.
La historia es vida y ésta no se compone sólo del pasado; también incluye el presente y el futuro. Es una idea clave para una aprehensión trascendente del saber que involucra, pero que no está arraigada en muchos.
Observo a la historia como un árbol. Si sus raíces representan el pasado, ocultas por estar enterradas, el tronco asume entonces el papel del presente, mientras que el follaje y los frutos —que aparecerán cuando sea el momento— pueden mirarse como el futuro.
Las raíces de un árbol crecen en la misma proporción que el tronco y el follaje. Es el presente, el futuro y sus necesidades quienes obligan a las raíces —al pasado— a crecer. Un árbol —o una historia o una vida— sólo será capaz de enfrentar las condiciones a las que está expuesto en tanto sus raíces sean profundas. Ello no prescribe que sólo deba hacer árboles bonsái o secuoyas.
El corte transversal de un tronco mostrará también la indisolubilidad del pasado, el presente y el futuro. Cada anillo formado alrededor del núcleo es un presente que fue y que aún mantiene viva a la corteza —el presente más presente—. En la dirección axial del tronco, mientras tanto, fluye la savia que alimenta al fruto posible de un futuro que sólo aparentemente no existe aún.
Con esta perspectiva es como mi ojo observa a la historia. Así concibo su enseñanza, que es la trinchera desde donde seguiré mirando para este blog.
El Presente del Pasado 
¿Cómo relacionar lo que ha sucedido hace años, en otros países o en otro lugar con lo que vivimos ahora?, ¿cómo impactan esos acontecimientos en nuestra vida?, ¿por qué?, es complicado modificar la idea de que la historia es parte del pasado, más aún en los estudiantes que, acostumbrados a que los docentes impartan la asignatura de manera direccional, tienden a verla como sinónimo de fechas o efemérides. Tu texto es una base para que esta idea comience a cambiar. Lo comparto.
Un saludo.
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Una rama del árbol por cada gusto de un alumno. Hay que diversificar las fuentes de información con las que nos acercamos a la historia. Hasta una canción de metal sirve…el reto es encontrarle cómo a las de Justin Bieber…
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¡Muy buena alegoría! Yo también lo compartiré. Representa la cohesión de nuestros hilos, que se tejen en ese gran árbol : )
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Maestro Alejandro gracias por hacerme ver el lado humano de la historia. Me tomo el atrevimiento de también compartirlo.
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Angélica y Carmen: el árbol crece en tres dimensiones arriba el futuro, a lo ancho el presente y hacia abajo el pasado. ¿Y si hacemos bosque?
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Profe, el ultimo día de clases que nos explicó los del árbol, yo vi mucha coherencia en su analogía. Yo lo comparto con todo ser humano, por que todos hacemos historia, ¡siempre!, todos la hacemos. Usted dejó una huella en todos nosotros, por que apesar de todos los riesgos que corrió siempre…siempre defendió sus ideales y con este texto no cabe la menor duda de que no habrá poder humano que lo detenga, espero que siga así.
Pedraza Nicolas Luis Amaury
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Luis: Y cuando llegues al cargo que te has propuesto, no olvides tu promesa.
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Definitivamente ésta es una buena analogía de lo que es la historia y lo que debemos hacer con el curso de nuestras vidas… son esos artículos que se esperan de una bonita persona como lo es Alejandro Herrera Dublán .. continúe transmitiéndonos cosas como esas.
Lo aprecio mucho profe Ale.
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Tú llegarás a ser un arbolotote que servirá de refugio y lugar de descanso para muchos. No lo dudo Miriam. Saludos a Aquiles.
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Lo acabo de leer y pues tiene razón, la historia es un árbol porque la palabra historia corresponde la “búsqueda” y pues la historia domina a las sociedades y pues nos sirve para conocer mejor las relaciones económicas, políticas, sociales y culturales de una sociedad en especifico. Según una definición que leí (que no me acuerdo como va) trata de que la función de un historiador no es casarse con ella; su deber es comprenderla para entender el presente y pues me parece bien que continúe con sus trabajos que son muy buenos porque ayer me dijeron una frase muy cierta, “un pueblo que no conoce su historia, está condenado a repetirla”
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Con preparatorianas pumas como tú Brendiux, le daremos la vuelta al negro destino que nos amenaza con Peña Nieto (otra vez como en el pasado, con represión a trabajadores de Cananea y Río Blanco, ahora Nissan y Luz y Fuerza) ¡no!
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Estoy muy de acuerdo con su opinión, y aún podemos mejorar nuestro futuro, porque nosotros somos el tronco, la esperanza. Quizá no luchemos por nosotros, pero ¿por qué no pelear por nuestros hijos? Gracias, profe, por enseñarnos ese valor humano y, en mi caso, quitarme ese egoísmo para comenzar a ayudar a las demás personas. Esté donde esté, le mando un abrazo y tiene todo mi apoyo.
Regina.
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A mi me dijiste que te gustaría estudiar historia eh Regi…así que has hecho una gran promesa…total, tu inteligencia da para dos o tres carreras distintas.
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Estoy totalmente de acuerdo esa «Historia» que hacen los aficionados a la ciencia histórica que se convertira en la historiografía para el futuro, probablemente no sea la mejor fuente para llevar a cabo una investigación sobre esta época, sin embargo el problema es que los historiadores no son capaces de producir una historiografía la cual tenga esa comercialización o boom de la historia hecha por aficionados.
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Francisco: Es lapidaria tu opinión sobre la incapacidad de los historiadores para producir obras -no solo historiografía- que sean reconocidas por el grueso de la población como una necesidad. Algo hay de razón en eso y lo creo yo también.
Creo que incluso si tuviésemos al mejor de los historiadores del futuro, trabajando en lo que está ocurriendo en nuestro presente, sería incapaz de dar cuenta de todo lo que es historiable.
¿Será que esta especialización de nuestro gremio es una manifestación más de la división del trabajo que impuso el modo de producción en el que vivimos? ¿Será que el liberalismo económico nos guió hacia un liberalismo profesional en el que la «libertad» nos lleva a investigar lo que -en alguna medida- nos da la gana, sin pensar en «el otro», trayendo como consecuencia que pocos nos necesiten?
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La historia como un árbol… es una relación coherente ya que se refiera a la semejanza de los dos conceptos, pero la pregunta sería, ¿es sólo un árbol el que contiene toda la historia? No lo creo, cada uno al existir desarrolla el nacer de un ejemplar de estos, lo que en mi opinión responde es que la sociedad no sabe historia o carece de su conocimiento ya que en el momento del desarrollo de su estructura van permitiendo que éste se doblegue y así su futuro sea incorrecto. Pero recordemos que podemos ayudar al pequeño ser viviente a no perderse del camino sólo mostrándole el correcto. Debemos de ayudar al nacer de los por venir .
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Sin duda, muchas personas «no saben» historia, pero su vida presente y futura no se detendrá porque sus raíces siguen creciendo, aún cuando sean personas adictas a televisa, empleados felices de maquiladoras, amantes del reggaeton y sus mensajes misóginos, beneficiarios de las tarjetas sorianas o monex…esos también hacen crecer sus raíces, alimentándolas de «gritos de muerte y libertad», de las producciones hollywoodenses, de los grupos musicales que reviven éxitos del pasado cercano y lejano, de los libros como «otoño azteca» y semejantes…
El que no «sepan historia» implica que serán arbolitos que tendrán que aguantar el aserradero indiscriminado que representa -por ejemplo- el asesor-represor Naranjo -colombiano de preocupante ascendencia- de Peña Nieto.
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Desde las primeras clases de historia con usted me pareció muy interesante la idea de hacer una analogía de un árbol con la historia ya que, como lo ha explicado, las raíces son indispensables para el desarrollo del árbol. Creo que es muy importante que lo sepamos porque tenemos que estar conscientes de que son nuestras raíces las que nos sostendrán en momentos o situaciones difíciles y dependiendo de qué tan desarrolladas estén daremos más y mejores frutos —ya que son muy importantes para el desarrollo de nuestro futuro y repercutirán en toda nuestra vida. Gracias por todos los conocimientos que nos ha transmitido me siento muy feliz de haber sido su alumna
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